Por Kavindu
El estrés crónico es el padecimiento más destructivo de nuestra era. Si bien es una reacción natural del organismo psicofísico que evolucionó para ayudarnos a defendernos de los peligros físicos, puede convertirse en un verdadero destructor de la integridad y el bienestar del organismo cuando se vuelve una reacción innecesaria e incluso crónica. Sin embargo, lo que nos estresa más a los humanos son los pensamientos estresantes. La mente humana es propensa a producir pensamientos estresantes de manera habitual, produciendo estrés crónico. Típicamente aquellos que encuadran situaciones futuras como una amenaza o riesgo, o como un problema u obstáculo casi insuperable, estos son los pensamientos de preocupación.
También son estresantes los pensamientos que rondan insistentemente en situaciones o eventos dolorosos o difíciles del pasado (incluso reciente), estos son los pensamientos de rumiación. Y un tercer tipo de estrés, es el que surge cuando el mecanismo del estrés se pone al servicio de la defensa del auto concepto, o la autoimagen. Por ejemplo, cuando estás estresado porque alguien te dijo algo que te ofendió, o temes decepcionar a una persona, o con los pensamientos autocríticos destructivos (que estúpido soy…), así como el tratar de conformar con una imagen a partir del deber ser (debería ser, así, no debería ser así).
A través de la meditación de conciencia plena —también conocida como mindfulness— puedes entrenar al cuerpo, al cerebro y a la mente, a desactivar los patrones de estrés desde las profundidades del cuerpo y del surgimiento de la energía emocional.
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KAVINDU
Director del Programa de Meditación de Yoga Espacio y autor del libro: “Mindfulness. La Meditación de Conciencia Plena”, Editorial Kairós. "Mi misión de vida es generar paz interior y creatividad. Desde hace 10 años expreso esta misión principalmente mediante la impartición de cursos de meditación, así como de un entrenamiento intensivo y filoso que he llamado Budismo para la Vida".