Por Fernando García Aguinaco
Fue en la noche del día que decidí no aceptar esa paradisiaca oferta de trabajo en el Mar de Cortés, liberada la mente al tomar una decisión difícil, que pude hacer posturas de yoga que nunca antes había logrado. Fue tan palpable la relación entre lo exterior y lo interior que puedo decir que fue en ese momento, hace casi veinte años, que me cautivó la práctica de yoga.
En la práctica de yoga hay tres búsquedas según estableció Patanjali, bahiranga sadhana(búsqueda exterior), antaranga sadhana (búsqueda interior) y antaratma sadhana(búsqueda del alma).
La búsqueda exterior, bahiranga sadhana, se forma con la práctica de los primeros estadios del yoga: yama (las observaciones sociales), niyama (observaciones individuales) y asanas(posturas de yoga). El maestro B.K.S. Iyengar en su libro Luz sobre el yoga, escribe: “Yama y niyama controlan las pasiones y emociones del yogui y lo mantienen en armonía con las personas de su entorno. Las asanas mantienen el cuerpo sano, fuerte y en armonía con la naturaleza”.
Antaranga sadhana, la búsqueda interior, se realiza a través de la práctica de pranayama(expansión de la energía vital) y pratyahara (volcar los sentidos al interior).
La búsqueda del alma, antaratma sadhana, está conformada por los tres últimos estadios del yoga dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (hacerse uno con el objeto de la meditación; el Espíritu Universal).
Estas búsquedas son evidentemente más profundas que el hecho de lograr hacer posturas de yoga.
En sánscrito la palabra sadhana significa búsqueda así como práctica. Como B.K.S. Iyengar dice en su libro Luz sobre la vida, “existe una gran diferencia entre simplemente practicar y el sadhana. Sadhana es la manera de lograr algo… El objeto del yoga sadhana es la sabiduría”.
Fernando García Aguinaco, maestro certificado de Yoga Iyengar nivel Intermedio Junior II, es autor del blog www.yogafernando.com. Explorará lo externo, lo interno y el entorno en tres talleres que éste año dará en Yoga Espacio.