por Jñana Dakini
Yoga es una palabra que se escucha en todas partes y es, por supuesto, una actividad que se practica en casi todo el mundo. Con una amplia diversidad de estilos, métodos, técnicas y corrientes; el yoga está tomando su lugar como un recurso importante que complementa el estilo de vida de millones de habitantes en todo el orbe. Asimismo, quienes asisten a una clase de yoga, lo hacen por diversos intereses y necesidades; desde curiosidad y como ayuda para bajar de talla, hasta como complemento para curarse de una dolencia en la columna vertebral, eliminar el estrés, experimentar paz, felicidad y hasta encontrar un camino espiritual. Sin embargo, aunque la palabra Yoga es muy conocida, constantemente surgen preguntas: ¿qué es el yoga?, ¿cómo es que alguien encuentra paz y otra persona baja de talla; otra elimina su dolor de columna y otros encuentran la anhelada felicidad?, ¿cómo es que hay también quien deserta después de la primera clase, diciendo: “el yoga no es para mí”?; ¿cómo es que el yoga puede resolver necesidades tan diversas? La palabra yoga se deriva de la raíz sánscrita Yuj que significa atar, juntar, unir; se le llamaba yuj a la pieza de madera de un arado que “une” a los dos animales de carga, mulas o bueyes. Este término se adoptó es las primeras enseñanzas espirituales de los Vedas y Upanishads; y se transformó en la palabra Yoga que se refería a las prácticas tanto meditativas como físicas y devocionales para unir, juntar o integrar las diferentes energías del ser a nivel físico, mental y emocional. Una integración o unión dirigida hacia el bienestar y felicidad. Posteriormente estas diferentes prácticas de yoga fueron cobrando diferentes énfasis, hubo escuelas y maestros que enfatizaban en las prácticas meditativas y ascéticas que se constituyeron como practicantes de Raja Yoga, Buda fue uno de ellos. Otras corrientes vieron el camino de transformación a través de la entrega al maestro y a las prácticas devocionales y acuñaron el término Bhakti Yoga, mientras que los que veían el camino de la transformación a partir de la entrega al trabajo voluntario desinteresado y para beneficio de otros llamaron a su práctica Karma Yoga. Finalmente en le siglo XVII se acuñó el término Hatha Yoga, el Yoga del Esfuerzo donde las asanas (posturas) y el pranayama (control de la respiración) eran el preámbulo para llegar al Raja Yoga Si unimos los aspectos de Raja, Bhakti, Karma y Hatha, tenemos que el yoga es una disciplina que enriquece al ser en su totalidad, generando bienestar físico, mental, y emocional. El Yoga incluye practicas de meditación para adentrarnos en la atención, calma y claridad (Raja); incluye la recitación de versos y cantos de mantras y visualizaciones que son practicas de carácter devocional (Bhakti); tenemos la práctica de asanas para conectar con la energía y desarrollar procesos de auto-sanación de los diferentes sistemas del cuerpo (Hatha), y finalmente aprendemos a desarrollar acciones (Karma) amorosas, desinteresadas y compasivas hacia más y más seres. Al poder integrar Raja, Karma, Bhakti y Hatha, el Yoga se convierte en una vía para salir del sufrimiento: DUKHA y recorrer el camino de la felicidad: SUKHA. Dukha se traduce como sufrimiento. Es ese pesar, descontento, queja y ansiedad que se manifiesta constantemente y en diferentes dosis e intensidades, desde el sufrimiento de un dolor de cabeza o espalda hasta el sufrimiento que nos causa el estrés o la depresión e incluso ese sufrimiento que surge tan solo al pensar que nuestra felicidad de hoy puede desaparecer mañana. Todos sufrimos en diferentes momentos y por diferentes razones. Por otra parte Sukha, se traduce como felicidad pero más bien se refiere a un estado de tranquilidad clara que surge independientemente de condiciones externas. Sukha no depende de satisfacer necesidades materiales, sociales o sentimentales sino de un fluir de energía pacifica y noble independiente de las circunstancias de la vida. Sukha puede estar presente en momentos dolorosos. Ambos términos Sukha y Dukha tienen la raíz; Kha que significa Espacio. Dukha se refiere a la sensación de espacio cerrado y Sukha de espacio abierto. En este sentido: YOGA ES UNA PRACTICA PARA APRENDER A TRANSITAR DE DUKHA A SUKHA. Sin embargo es fácil alejarnos de este objetivo central del yoga. Uno podría quedarse practicando yoga solo para adquirir fuerza, flexibilidad, equilibrio, tener una dosis positiva de adrenalina o para salir momentáneamente del estrés. En ese caso se continuaría con los mismos hábitos de vida que producen ese estrés y que enferman nuestro cuerpo y mente. Si practicamos el yoga solo para el disfrute de sensaciones físicas, notaremos que una vez fuera de la aventura excitante del mat, nos sumergimos de nuevo en la ansiedad, las emociones aflictivas, el miedo a la vida y en un estado alienado que nos consume. Si se usa el yoga sólo en su aspecto de “fitness”, o como un recurso de aumentar adrenalina y tener una especie de gozo pasajero, estaremos perdiendo la oportunidad de iniciar el viaje hacia adentro, y de ver esos destellos luminosos que conectan con la anhelada paz interior. El yoga es una disciplina y un camino espiritual con varios métodos y muchas técnicas, y es importante no confundir la técnica con el método ni éste con la meta del yoga: el cese del sufrimiento. Con su origen en enseñanzas védicas y consolidándose con enseñanzas del Jainismo, Budismo, e Hinduismo y recientes descubrimientos de la neurociencia, el Yoga es una opción gozosa y accesible para encontrar al menos un remanso dentro de la vorágine de experiencias del mundo actual.Este es el encabezado
Por: Jñana Dakini, autora del libro “Acércate al Yoga”.